“El uso de provocaciones como metodología activa del aprendizaje en la etapa de infantil.”

De guardería a Escuela infantil
Soy Virginia Sebastian, tengo 34 años, nací en Zaragoza y soy directora de una escuela
infantil en Málaga. ¿Qué cómo he llegado hasta aquí? A día de hoy no lo sé, pero espero
poder resolverlo a lo largo de estas líneas.
Llegué a Escuela Infantil Santa Maria Goretti en 2015, recuerdo que no sabía ni cambiar un
pañal, los primeros meses fueron de auténtica supervivencia. Cada rutina del día para mi
era una meta. Entraba a trabajar a las 9.00. Venga a las 11 toca patio. Llegaban las 11:00.
Primera meta del día superada. A la 13:00 hora de la comida. Ya son las 13:00. Segunda
meta del día superada. La hora de 13:00 a 14:00 es la más crítica, una auténtica
contrarreloj. A las 14:00 siesta. ¡Todos a dormir! En cuanto pasaba esa hora me relajaba.
Otra meta superada. ¿Después? ¡A merendar! Día superado. Y a la mañana siguiente
vuelta a empezar. Te enseñan que el día a día en la escuela infantil son rutinas. Pero yo
creo que se puede hacer mucho más.
Esos meses, al igual que los niños aprenden por imitación, yo utilizaba las mismas
estrategias para sobrevivir. Nota mental, a la supervivencia añadimos imitación. Me veo
ahora hace unos años y era un auténtico cuadro. Esa era yo en 2015. Un cuadro. En mi
defensa diré que lo paliaba con mucho amor, lo más importante que necesita un niño con 15
meses.
Soy maestra de infantil, pero mi experiencia profesional hasta ese momento había sido
desarrollada en el segundo ciclo de infantil y en primaria, y aunque parezca lo mismo, los
que estamos en educación sabemos que no lo es. Comentale a un profesor de 4º de
primaria que tiene que hacer una sustitución en 1º de infantil. Ahora dile que tiene que irse a
un aula de 1 año con 13 niños que su primera reacción cuando un compañero les quita un
juguete es morder. ¡Ajá! Mordiscos. Nuestro pan de cada día. ¿Virgi, le has puesto arnidol?
Arnique? Arnidol, Virginia ¿sabes lo que és? Creo que ha quedado claro que estaba más
perdida que Nemo.
A esto hay que añadir, que la escuela se encuentra en un barrio de muy pocos recursos,
clase media tirando a baja y al lado de un barrio donde la mayoría de los niños y niñas que
asistían venían derivados de los servicios sociales. La sensación que tenía por las mañanas
al recibir a esos niños era de que me estaban entregando un ‘paquete’ y que a las 17:00 se
pasarían a recogerlo. Ahí entendí porque nos llamaban guardería. Mi misión para ellos era
guardar a sus hijos, no educarlos. ¿Os suena la sensación de ver que un padre/madre no
colabora en la educación de su hijo/a? ¿Que no participa? ¿Qué le da igual sus progresos?
La relación familia-escuela en esta primera etapa de escolarización es super importante,
¿cómo se va a sentir un niño motivado y entusiasmado con su aprendizaje si sus propios
padres no le dan importancia? Solo diré que lo conseguimos, una de las mejoras más
importantes que hemos llevado a cabo a lo largo de este tiempo es hacer a estos padres
partícipes de la educación de sus hijos.
¿Cómo lo hemos hecho?
Sencillo, proporcionando un entorno de aprendizaje motivador y significativo.Y si, se lo que
estáis pensando, fácil de decir, difícil de conseguir. En mi opinión, es uno de los retos más
importantes para los educadores de la educación infantil. ¿Cómo se consigue un entorno de
aprendizaje motivador, significativo y sobre todo, real? Creo que en educación además de
ser creativos hay que ser realistas y tener los pies en la tierra, ser conscientes del entorno
en el que nos encontramos, conocer las necesidades de cada grupo y adaptarnos a ellos.
Soñar grande, pero estableciendo el objetivo al que se quiere llegar. Un objetivo a largo
plazo y varios a corto plazo que a medida que se vayan consiguiendo ir marcando otros
nuevos. Y algo muy importante, un guía que dirija a todo el equipo en la misma dirección.
Esto es muy importante y no siempre se lleva a cabo.
Aunque esta historia se remonta a 2015, el verdadero cambio comenzó en enero de 2022.
Algunos pensaréis, ¿en solo un año? Eso es imposible. Os diremos, y hablo en nombre de
todo el equipo, que es posible. Es posible, con esfuerzo, dedicación, constancia, y lo más
importante, colaborando entre todos. Todos los miembros de la comunidad educativa en un
centro educativo son importantes. Todos.
Las redes sociales también han jugado un papel fundamental en este proyecto, si tus
propuestas son innovadoras, pero no las muestras al mundo, es como si no las hicieras.
Crear nuestra propia comunidad nos ha hecho abrirnos camino y ser referente a nivel
educativo, las redes sociales nos hacen llegar a lugares que jamás llegaríamos por nosotras
mismas. Escuelas infantiles de cualquier rincón de España, de latinoamérica. Hashtags
como #provocaciones #minimundos #sensorial #estimulaciontemprana #educarenluz#sostenibilidad han hecho que incrementemos nuestros seguidores.

Si hablamos en números, la escuela está a un 98% de ocupación, y lo más importante, ya no nos dejan
´paquetes’, ahora nos dejan niños, y las familias están inmersas en la educación de estos.
Escuela infantil 1 – Guardería 0.
En resumen, crear experiencias educativas únicas, detectar las necesidades del entorno,
tanto de los niños como de sus familias, crear un vínculo familia-escuela, apoyarnos en la
gamificación, no tener miedo al cambio, ser creativos y realistas al mismo tiempo, esfuerzo,
constancia, dedicación y como ya he dicho antes, trabajar en equipo. Sin un buen equipo no
hay proyecto. Carol, Noe, Susana, Andrea, Mercedes, Tere, Valle, Virgi, gracias por
seguirme en todas las locuras, por sumar, por aportar y por creer en este proyecto que entre
todas hemos conseguido. ¡Seguiremos soñando!
Virginia Sebastián
Directora de CEI Santa Maria Goretti